viernes, 4 de enero de 2013

El Último Mohicano II






Acentos y Dignidad

Algo más que decir acerca de las palabras de Jorge Gonzalez referida a las diferencias sociales y de acentos en Chile.  Hagamos entonces un poco de sociología.

Es cierto que la desigualdad ha aumentado en Chile en las últimas décadas. Los ricos son mucho más ricos y los más pobres solo un poco menos pobres. Esa desigualdad hace que ciertas capas sociales desfavorecidas se atrincheren en un modo de vivir y de hablar.
Para resumir diré que en los sectores populares  ha ganado terreno el flaiterío  (en general lo que hasta hace un tiempo llamábamos Lo guachaca  (Este concepto ha sido reivindicado por ciertas capas medias pero esa es otra historia).
Jorge Gonzalez rechaza que  los jóvenes que viven en una comuna popular tengan que hablar necesariamente como "el flaite que va al estadio  y sale a la calle a romper cosas".
Esto no siempre fue así o al menos no con tanta extensión. Lo que Jorge llama  restos de la antigua cultura chilena que todavía se manifestaba en los años 80, me imagino se refiere a valores como la solidaridad y la confianza entre las personas, que incluye el respeto a la palabra empeñada,la cortesía en el trato y el cuidado del lenguaje que compartían más o menos todas las clases sociales. Todo eso en la actualidad se ha degradado.
Además existía otro factor cultural en la sociedad que era la influencia de los movimientos sociales de los 60’ que eran integradores y que aportaban información y estética a las nuevas generaciones en esa década y en las siguientes. Eso permitía que a principios de los 80 el dealer del barrio por ejemplo atendiera su negocio de venta de yerba sin aditivos jugando ajedrez , custodiado sólo por los poster de jimi Hendrix o Santana sin asomo de ninguna clase de violencia o un grupo de adolescentes en la calle de una población  de Valdivia escuchara a Passport en una radio-cassette.
No es ese el ambiente actual en una población y no es una música equivalente la que se escucha en estos años 2000.
 
La misma observación que hace Jorge González sobre el lenguaje, la había hecho el director de la radio internet Uach. El mismo  vivía con su familia en una población y  unos años antes me había invitado a tomar once a  su pulcra casa (antes de la era internet) y me había mostrado unos videos de John Coltrane lo que para mí en ese tiempo era toda una novedad.
La conclusión es que flaiterío,pobreza o marginalidad no son equivalentes, más allá de las imágenes que machacan ciertos medios. Lo popular puede ser digno y culto. Espero que a partir de los movimientos sociales surgidos desde el 2011 se reivindique ese modo de ser popular.
 
LoboSoul